• Numéro 7
  • Numéro 7
  • Numéro 7
  • Numéro 7
  • Numéro 7
  • Numéro 7
  • Numéro 7
  • Numéro 7
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations
  • Numéro 7

    Les dimensions internationales des Amériques : relations, échanges et circulations

ENCUENTRO 

con Ana Tallada

 

Ana Tallada, educadora y socióloga peruana, es una actriz central para pensar la evolución de la movilización feminista en América Latina. Sus treinta años de militancia le permitieron participar a una gran pluralidad de acciones, trabajando desde los movimientos de base hasta las redes transnacionales, con contribuciones a programas de igualdad de género a la escala nacional e intergubernamental. Ana Tallada ofrece une mirada interesante sobre la diversidad de las maneras de actuar como feminista en la región dentro del contexto actual de globalización.  

Entrevista realizada el jueves 13 de marzo 2014 por Marion Alves, étudiante en Master 2 de Sociologia, especialidad "Genre, politique et sexualités"  en el EHESS, Paris (Cette adresse e-mail est protégée contre les robots spammeurs. Vous devez activer le JavaScript pour la visualiser.).

 

---------------------------------------------------------------------

 

Ana Tallada, una feminista peruana

en un mundo globalizado

 

Tweeter: @AnaTallada 

Tres hitos aparecen así centrales en su entrevista. Su trayectoria subraya la importancia de las interconexiones entre las políticas públicas y las acciones civiles a diferentes escalas. Muestra cómo la cuarta conferencia mundial sobre la mujer de las Naciones Unidas en Beijing en 1995[1] impactó en la organización y la estructuración del espacio militante feminista en América Latina. Al revés, conceptos como el “bienestar” desarrollado en regiones indigenistas subregionales entran en la agenda regional y mundial mediante redes y movimientos sociales mundiales.

Mediante las cooperaciones con instancias públicas intergubernamentales y movilizaciones civiles mixtas, nos damos cuenta que la globalización afectó la manera de pensar la acción militante. Ésta implica un sistema de alianzas que dificulta un repliegue de las feministas en movimientos ajenos a las otras luchas sociales y a las políticas mundiales. 

El tercer punto interesante es la importancia de una creación cognitiva y normativa desde la región recordando que estudiar las relaciones internacionales lleva a analizar también la circulación internacional de los pensamientos y las relaciones de poderes entre diferentes discursos de la agenda feminista a nivel global. 

Pero antes de leer la entrevista de Ana Tallada, se necesita dar elementos de contextualización volviendo sobre la diversidad de las movilizaciones feministas latino-americanas. Confrontadas a un legado feminista occidental, a una recomposición constante de la categoría “mujeres” y a vínculos reforzados, y a su vez cuestionados, con el feminismo institucional[2], las militantes de la región tienen que responder a numerosos debates internos. 

Debates sobre el fondo, en primer lugar. Las interseccionalidades edad, raza, clase social provocan una incesante reflexión sobre las prioridades de los movimientos. Nuevas reivindicaciones emergen a partir de las condiciones socio-económicas de las mujeres originarias de regiones rurales o de comunidades indigenas, que fueron ocultadas históricamente por el militantismo de las mujeres ciudadanas de clases medias y alta de las grandes metrópolis. 

Los debates sobre la forma de la militancia en un contexto de internacionalización de las movilizaciones y de las políticas, en un segundo lugar. Una escisión sigue existiendo desde los años 1990 entre un feminismo institucionalizado que se acerca a las instancias políticas y un feminismo autónomo basado en el autofinanciamiento y la autogestión[3]. Estas tensiones están simbolizadas por la noción de “ONGización” [4] que insiste en una progresiva profesionalización del compromiso militante y un desplazamiento de las prioridades feministas para corresponder a los objetivos determinados por los financiamientos internacionales. También, ciertas corrientes temen que las relaciones con las instituciones públicas, nacionales e intergubernamentales, causen una deradicalización de la movilización. Una parte de las militantes consideran que una tal cooperación da crédito a un sistema internacional neo-liberal capitalista que se opone a los intereses de las mujeres. Por lo tanto, más allá  de desacuerdos sobre los vínculos con las instituciones, varias divisiones mezclando debates sobre el fondo y la forma de la reivindicación, nacen de alianzas con movimientos mixtos sobre todo anticapitalistas e indigenistas. 

Sin embargo, a pesar de estos desacuerdos, América Latina es el lugar de una regionalización de los movimientos feministas. Los Encuentros Feministas Latinoamericanos y del Caribe (EFLAC)[5] y ciertas grandes redes feministas transnacionales[6] subrayan la voluntad de aliar reconocimiento de las singularidades y producción de un programa común, garantía de visibilidad dentro del sistema político mundial. 

  

1. SOBRE LA TRAYECTORIA DE ANA TALLADA: De lo local a actividades e interconexiones de las escalas y de las políticas en los años 1980 y 1990 

Marion Alves: ¿Usted puede volver sobre su trayectoria en los movimientos feministas, desde su participación en una asociación local hasta sus actividades transnacionales?  

Ana Tallada: Comencé en los años 1980, en Perú, en Lima. Se comienza a gestar por el gobierno peruano un programa nacional de población y yo trabajaba en una institución sobre el consumo de drogas, nada que ver con feminismo. Yo constituí entonces un grupo de gente, “La línea mujer”, dentro de esta organización para trabajar la relación de las mujeres con las drogas. Fue una manera de cuestionarnos sobre cómo las desigualdades de género también tenían que ver con consumo de drogas. 

A partir de eso, me conecté con otros grupos de Lima y fuimos llamadas a finales de los 1980 por ser parte de un proceso que se llamaba “El  programa nacional de promoción de la mujer”. Fue “chiquitito” pero fue la primera política que se hizo de forma participativa en Perú.Fue un programa con soporte de un fondo del Fondo de población de Naciones Unidas y estaban presentes mujeres de organizaciones de base de todas las regiones. Participé a este programa y terminé siendo la coordinadora de Lima. 

Hubo luego un cambio de gobierno y entró Fujimori a Perú que cambió completamente las reglas de juego. El gobierno de Fujimori no aprobó el programa y nosotras nos constituímos en una instancia de mujeres que se llamaba “Red nacional de promoción de la mujer” para lograr que el programa se cumpliera. Así comenzó mi trabajo a nivel nacional. Eso me permitió conocer a la realidad de las mujeres de todas las regiones de Perú porque teníamos una organización bastante organizada: Habían representantes de las 24 regiones del Perú, teníamos instancias subregionales y  teníamos asambleas en diferentes partes del país. Era “chiquitito” pero me permitió conocer y entender muchas de las situaciones y cuestiones de las mujeres del país. 

En paralelo a esto, Fujimori organizó las grandes políticas de ajuste en Perú que tuvieron consecuencias terribles para la pobreza en el país. Entonces, en una reunión nacional se trabajó (con la red nacional de promoción de la mujer) el tema de los ajustes en cooperación con el gobierno canadiense. El tema de las mujeres era completamente invisible: se hablaba de la macroeconomía, se hablaba del impacto de las políticas sobre las personas, pero nadie se preguntó de lo que pensaban las mujeres y de los impactos diferenciados. Por consecuencia, constituimos un grupo que se llamó “Mujer y Ajuste” en 1993. Hicimos un trabajo muy interesante a nivel nacional para ver el impacto de las políticas de ajuste en las mujeres con prácticas lúdicas. Había prácticas de teatro porque una de nuestras compañeras era una educadora fundadora de un grupo de teatro muy famoso que trabajaba justamente el teatro popular. Eran temas difíciles y así pudimos trabajar con mujeres organizadas de base de manera sencilla. Eso fue nuestra entrada en los temas económicos. 

Luego, con la “Red de promoción de la mujer” tuve contactos con mujeres de América Latina porque estábamos conectadas a redes como la red de salud de América Latina o la red de violencia. Ya en la decena 1990, las peruanas teníamos une relación por lo menos con mujeres de la región andina y con el Cono Sur. Hemos empezado a conectarnos con otras asociaciones de mujeres de la región para ver como se estaba trabajando la ley de violencia  familiar o el tema de la salud reproductiva. También tenemos que hablar del apoyo de la cooperación internacional. Éramos financiadas por la cooperación europea, o en nuestro caso por la cooperación canadiense en casos puntuales. En salud reproductiva, en algunos casos también por la cooperación norte-americana. Por lo tanto, fue un proceso de inicio nacional pero rápidamente estuvimos conectadas, y seguimos conectadas a procesos internacionales sobre todo de la región de América Latina. Era un comienzo organizativo con areas temáticas. De alguna manera, buscamos las oportunidades y los espacios de acción. 

Vino después el proceso de Beijing y comenzó el pre-Beijing en 1993/1994 con eventos regionales. Ya no eran solamente acontecimientos andinos sino sudamericanos. Así combinamos la dinámica internacional y regional. Para Perú, al existir la red nacional, ya teníamos bases en la escala local para discutir las proposiciones para Beijing. Fue una participación realmente nacional. Eso nos permitía conocernos entre mujeres diferentes. Fue el encuentro de mujeres urbanas y rurales en temas ahora clásicos de salud, educación o violencia. 

En 1995, estuvimos en la plataforma internacional en China. El proceso nos hizo conocer a mujeres de otras partes del mundo. Algunas de nosotras ya teníamos relaciones con Europa, con España, Inglaterra, Países Bajos mediante la cooperación internacional. Pero Beijing, nos permitió esta relación con mujeres africanas y sobre todo asiáticas. Para nosotras que nos interesábamos en las temáticas económicas, nos quedábamos muy impresionadas por los avances que tenían las mujeres asiáticas. En comparación, el grupo “Mujer y Ajuste” era una pequeña organización muy “chiquitita” del Perú. Aunque hicimos un taller que tuvo mucho éxito en Beijing sobre el impacto de las políticas de ajuste en las mujeres. Fue aún parte del video que se hizo sobre Beijing. Algo muy agradable pero también muy interesante para mostrar que el tema de las mujeres tiene que ver con procesos globales que luego se llamó globalización. 

Regresamos de Beijing con la idea de que queríamos actuar sobre los temas macroeconómicos. Pero no sólo empleo y problemas salariales sino : ¿Qué pasaba con las mujeres, la economía y las políticas de ajustes? ¿Qué pasa con políticas que no solo dependen del gobierno peruano sino del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial ? 

En este proceso de análisis y de contacto con diferentes mujeres de la región, en Perú, en 1997, tuvimos la primera reunión de la REMTE, “la Red de mujeres transformando la economía”, con apoyo de la cooperación inglesa y canadiense. La perspectiva era defender la idea que los problemas de desigualdades fueran problemas locales, nacionales, regionales y globales. 

En paralelo, en otras organizaciones, nos dimos cuenta del peso de los bancos, como el Banco Mundial o  el Fondo Monetario Internacional en la vida de la gente. Así, entré en una campaña regional que se llamaba “El Banco Mundial en la vida de las mujeres”. Hicimos estudios comparados entre diferentes países de la región y reuniones en Washington. 

Lo que quería decir es que nos quedaba claro desde el principio que este tema de las desigualdades, de las exclusiones o de las condiciones de las mujeres, está conectado con un contexto internacional. Para contextualizar estábamos en la crisis de la deuda en los años 1980, entonces la vida de la gente no estaba separada de lo que pasaba en el país y en el mundo. Siempre hay que relacionar la acción con el contexto y tomar en cuenta la articulación. 

  

2. SOBRE EL PERIODO POS-BEIJING (DESPUES DE 1995) : la REMTE, la participación de las actrices a movilizaciones civiles mundiales y la aparición de nuevos actores 

Marion Alves: ¿Puede hablarme de la REMTE: su funcionamiento, su discurso, ejemplos de acciones? 

Ana Tallada: La REMTE se constituyó en 1997 en Perú. Colombia, Perú, Chile, Bolivia, Brasil, Méjico y El Salvador participaron a la red aunque el número de países implicados ha variado según los años. 

Con la REMTE, trabajamos las cuestiones económicas, el tema de la globalización y la concentración de la economía y del poder. Estudiamos las instancias de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial del Comercio para entender como se mueve el mundo. 

Además, en paralelo a este proceso de internalización política surgió un fenómeno muy importante para las mujeres latino-americanas que es el de pensar otros movimientos sociales. Con el tema de la mundialización, se crearón nuevos movimientos sociales y el Fórum Social Mundial en 2001. La relación con la REMTE y el proceso de los Fórum Mundiales es muy importante. Esta articulación ya no sólo subregional andina, ya no sólo de la región Latinoamérica, sino global, nos permite relaciones con movimientos africanos y europeos. Es un hito importante para el análisis y la acción política internacional ante las instancias internacionales. 

Del punto de vista del movimiento de mujeres, siempre ha sido un trabajo articulado de transversalizacion. Nosotras hemos trabajado generalmente en alianzas con otros movimientos sociales. No hemos vivido lo que pasa en otros feminismos que trabajan sus propias agendas encapsuladas. Ha sido complejo porque siempre existe el riesgo de ser invisibilizadas. 

Por ejemplo, es muy importante para la REMTE la relación con la Marcha Mundial de las Mujeres. La REMTE es una red de activistas, o sea, de algunas personas relacionadas con organizaciones no gubernamentales o con universidades. Pero es la alianza con la Marcha quien permite la existencia de un movimiento social internacional de mujeres que trabajan en contra de la pobreza y de la violencia en espacios mundializados. 

Para resumir, la REMTE fue creada dentro de un contexto pos-Beijing en relación a los temas económicos vinculados a la globalización. La participación dentro del espacio mundial fue luego relacionada a las alianzas con la Marcha Mundial de Mujeres y con el Fórum Social Mundial. Eso simboliza la dinámica de los años 2000 hasta los años 2010. Estábamos en una idea de acciones frente a las dinámicas del comercio mundial, del ALCA[7] o de los tratados de libre comercio. 

También haciendo mención a los temas conceptuales, ahí en el marco de la Marcha Mundial y del Fórum Mundial, comenzó nuestra alianza con mujeres indígenas que no era un grupo que conociéramos. A partir de la Marcha y del período pos-Beijing, se reforzaron también las relaciones de la REMTE con las mujeres lesbianas y con los movimientos LGBT.

 

Marion Alves: Quizás es la ocasión de precisar la composición de la REMTE: ¿No estaban estas actoras, mujeres rurales, organizaciones indigenistas, dentro de la red?  

Ana Tallada: La REMTE como REMTE es una red de instituciones y de mujeres. No es tanto una red de organizaciones de base. La que es movimiento es la Marcha Mundial de las Mujeres. Es dentro de un movimiento, aquí la Marcha Mundial de las Mujeres, que hay participación de las mujeres rurales y de las mujeres indigenistas.

  

Marion Alves: ¿Entonces, cuál era la contribución de las actrices de América Latina al debate cognitivo mundial y en qué está vinculada con la mayor presencia de nuevas actoras? 

Ana Tallada: Yo quería colocar con el Fórum Social Mundial, la eminencia que tiene Brasil y América Latina, que entraron en estos fórum con nuevas vías de análisis. En efecto, la alianza con el Fórum era también una alianza política y analítica frente al neoliberalismo. 

Proponemos por ejemplo la noción de Buen Vivir.  Es una propuesta que viene de la región andina. No podemos decir que viene de Bolivia, de Ecuador, de Perú, sino que viene de la región andina quechua y aymara. Aunque es en diferentes idiomas, la noción de Buen Vivir existe en muchas culturas autóctonas. El concepto tiene que ver con maneras de vivir, relaciones entre seres humanos y entre los seres humanos y la naturaleza. Nosotros hablamos de la sostenibilidad de la vida humana como mujeres, como propuesta política. Por ejemplo, hablamos del trabajo del cuidado frente a la explotación. Es un concepto que simboliza también las disputas frente a lo “sentir común”, lo que llamamos en español lo “crear sentido”,  en los procesos de movimientos internacionalistas. 

Me parecen importantes luego los conceptos de despatriarcalización[8] y de descolonización. En Bolivia y en Ecuador, hay intentos de políticas a favor de la despatriarcalización. Son propuestas que nos interesan porque tienen que ver con la vida humana en la que se entremezclan lo político, lo económico y lo cultural. Esas dimensiones tienen que ser tratadas en los movimientos. Son pensamientos importantes en América Latina. 

  

3. SOBRE LA PARTICIPACIÓN DE LAS FEMINISTAS LATINOAMERICANAS A LAS INSTITUCIONES INTERNACIONALES: desacuerdos y diversificación de las estrategias 

Marion Alves: ¿Para completar el tema de la participación de las activistas feministas dentro de las relaciones internacionales, puede volver sobre las relaciones que existen con el feminismo institucional de las Naciones Unidas?  

Ana Tallada: Nosotras como REMTE no hemos tenido una relación con el proceso de las Naciones Unidas Pos-Beijing. Yo, personalmente, sí he tenido relaciones y he intentado mantener esta relación. Hablamos de feminismos. No podemos aún hablar de un feminismo latinoamericano. Hay muchas variedades: el feminismo popular, el feminismo comunitario etc. Yo, en lo personal, no me parece que se deba negar el proceso de las Naciones Unidas, sobre todo en este sistema medio-unipolar. Hay una alianza entre los países (en la ONU), aunque con muchas limitaciones, que te permite tener un nivel de actuación política y de gobernanza en las cuestiones de mujeres. Trabajamos por ejemplo mucho con la ONU a nivel regional, o sea, con la CEPAL[9]. Ahí, podemos obtener informaciones muy importantes para hacer incidencia en nuestro gobierno. Por eso, el mundo oficial es importante. 

Lo que pasa es que no nos podemos decir que es el único marco en el que pueden actuar las mujeres. Eso es un error que hicimos, nos obnubilamos, no todas pero un sector, con el proceso de Beijing y de Pos-Beijing y se pensó que eso era lo único que debía hacerse. Por eso fueron las tensiones entre el feminismo institucional y los movimientos que actúan dentro de eventos relacionados al Fórum Social Mundial y a los movimientos sociales. Las lecciones que nos dejó es que tenemos que trabajar en ambos espacios. En el espacio de los movimientos sociales también hay elementos patriarcales. Entonces, hay que cruzar los elementos y los espacios, que es el tema de la interseccionalidad.

  

Marion Alves: ¿Y qué piensa usted del discurso de la ONU sobre la igualdad de género?  

Ana Tallada: Pienso que el tema de la igualdad de género y del empoderamiento de las mujeres que promueve la ONU MUJERES está bien, pero hablar de igualdades de género no resuelve todo. Se tiene que hablar también del sistema capitalista y patriarcal y que, si este sistema político, económico, cultural no cambia, las relaciones de género no van a cambiar. No van a cambiar las relaciones de género sólo porque las mujeres son más educadas o ganan más. Por ejemplo, pensando en la crisis en Europa en este momento, la bajada del presupuesto de las políticas de bienestar, eso también tiene que ver con las relaciones de género. 

Ahora bien, los movimientos y las instancias supranacionales influyen en la agenda y tienen influencia en los feminismos. Por ejemplo, hay en el feminismo de la despatriarcalización o rural, relaciones importantes con movimientos indígenas. Me parece importante una agenda común pero a veces me preocupa que ciertas temáticas oculten los temas económicos o lo del orden patriarcal del sistema capitalista. 

  

4. SOBRE LOS ENCUENTROS FEMINISTAS LATINO AMERICANOS Y DEL CARIBE: el próximo encuentro en Lima a finales de 2014  

Marion Alves: Quisiera volver ahora sobre las dinámicas regionales con el caso de los Encuentros Feministas Latinos Americanos y del Caribe: ¿Puede darnos precisiones sobre el próximo encuentro que va a ser en Lima a finales de 2014?  

Ana Tallada: Las feministas y los feminismos tenemos desde los años 1980 un encuentro cada dos o tres años. Este va a ser el treceabo encuentro feminista de América Latina y el Caribe,  del 22 al 25 de noviembre del 2014. Es un momento muy complejo porque depende en gran mayoría de la autofinanciación y del dinero de las asociaciones y de los países. Yo estoy en la comisión de finanzas y puedo decir que es muy complejo obtener recursos para una reunión de 1200 personas. 

En los asuntos temáticos, hemos elaborado en Perú un grupo, la “Comisión debate en Perú”, que propone tres ejes.  El primer debería ser “los cuerpos como territorio en disputa portadores de derechos generadores de saberes, luchas y resistencias”. El otro eje es el tema de la interculturalidad crítica que incluye el tema del territorio, el tema indígena y de la multiplicidad cultural. Con este tema trataremos las políticas extractivistas. Vivimos en una sociedad no solamente capitalista pero también extractivista de los recursos naturales como tema privado y no como bien público. Entonces hay una discusión que empieza en el feminismo por el ecofeminismo[10]. 

A propósito de este tema, tendrá lugar la COP 20, la Conferencia Anual de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, en Lima, dos semanas después del encuentro feminista. También, hacemos reuniones preparativas para la reunión del Fondo Mundial Internacional el año próximo. Perú está siendo muy internacional este año. 

Volviendo al movimiento feminista, el tercer tema que hemos colocado es la sostenibilidad de la vida, que está vinculado con el tema del cuidado de las personas y la relación entre los seres humanos y la naturaleza. Es el tema de los trabajos, no sólo de los empleos pero de los trabajos de cuidado. El cuidado no es sólo un tema de los niños y de las personas mayores o con discapacidades, es un tema de la interdependencia de las personas ante el discurso de la autonomía. 

En cuanto al tema de los contenidos, hay tensiones sobre las prioridades de la agenda feminista. Los movimientos LGBT quieren ir más allá sobre el tema del cuerpo y de la heteronormatividad. Pero algunas de nosotras estamos planteando que es un discurso que no aglutina; sobre todo frente a los movimientos indígenas o rurales que siempre están en temas más “tradicionales”. Por ejemplo, está actualmente el retroceso en materia de políticas de salud sexual y reproductiva en la región por causa de la Iglesia católica. Entonces para muchas mujeres tener acceso a un píldora del día siguiente o al aborto, sigue siendo prioritario. De igual modo con el tema del feminicidio. Hay temas que son mucho más aglutinantes, así que se tiene que tener un cierto cuidado. Los feminismos son críticos pero tienen que ser también aglutinadores de diferentes intereses.

  

Marion Alves: ¿Y puede darnos ejemplos de los acontecimientos que van a ocurrir dentro del encuentro?   

Ana Tallada: La propuesta por el momento es que haya tres grandes temas, el tema del cuerpo, de la interculturalidad crítica y de la sostenibilidad de la vida alrededor de las cuales habrá exposiciones y mesas redondas. Pero luego habrá interseccionalidades entre los tres grandes temas, y por otro lado actividades autogestionadas en diferentes carpas y eventos de contra-cultura tradicional. 

Pensamos en espacios en la calle para “tomar la calle”. El alcalde de Lima es una mujer feminista, entonces tenemos una alianza con la municipalidad de Lima. Nos ha ofrecido un parque para hacer nuestros eventos, el teatro municipal para hacer la inauguración y para la noche del 24 de noviembre vamos a cerrar seis cuadras de una calle central de Lima para que las mujeres puedan tomar la calle. Es un mensaje para luchar en contra de la idea según la cual “la mujer no se debe estar en la calle”. Al mismo tiempo es interesante porque nos conectáremos con los ciudadanos de Lima. Como peruanas, nos interesa el encuentro de las mujeres por supuesto pero también que la gente local comunique con nosotras y reconozca la importancia de los feminismos. Siempre estamos consideradas como locas o brujas. No me molesta que me digan bruja, al contrario lo reivindico porque la bruja está vinculada al saber, como las brujas que son matadas por el poder por estar en contra del Establishment. 

Por fin, pensamos hacer actividades culturales con grupos de música y reuniones de discusión a nivel de panel grande y de grupos de reflexiones. La idea es que sea un espacio de reflexión pero también de encuentro.

  

PARA CONCLUIR 

Marion Alves: ¿Usted quiere añadir algo para acabar la entrevista? 

Ana Tallada: Sí, yo quiero añadir que, de la práctica personal y de los espacios en los que participamos, defendimos feminismos que articulan diferentes preocupaciones de las mujeres pero que también están conectados a los procesos mundiales y a los movimientos sociales. Para nosotras, es muy importante, es una apuesta política. Las condiciones de vida de las mujeres no podrán cambiarse si no hay articulaciones entre nosotras. Así podemos hacer incidencia en los espacios públicos mundiales. Nos preocupa cuando las agendas feministas son muy estrechas porque se pierde capacidad política. 

  

Notas

--------------------

[1] Esta conferencia, la más ambiciosa sobre los derechos y el empowerment de las mujeres a nivel internacional, se caracterizó por la participación en la plataforma de actoras feministas de diferentes regiones del mundo.

[2] Conjunto de políticas públicas cuyas beneficiarias son las mujeres para luchar en contra de una desigualdad histórica de tratamiento y de derechos entre los hombres y las mujeres: Agencia nacional para la igualdad entre hombres y mujeres o  programas para la igualdad de género y el desarrollo económico de las mujeres de las organizaciones intergubernamentales como el MERCOSUR o la ONU.

[3] Esto son dos modelos ideal-típicos para explicitar la tensión estructural dentro de los feminismos de la región. Sin embargo, y es lo que indica la militante aquí, los movimientos se sitúan generalmente entre estos dos casos, movilizando ambas posiciones en función de la coyuntura.

[4] Alvarez Sonia E. (1999), « Advocating feminism: The Latin American feminist NGO “Boom”», International Feminist Journal of Politics, tome 1, n°2: 181-209.

Caulier Mathieu (2011), « Les ONG mexicaines de genre », Multitudes, tome 4 ,n° 47: 44-51.

Falquet Jules (1997), «Le débat du féminisme latino-américain et des Caraïbes à propos des ONG», novembre, sin loco.

Lacombe Delphine (2011), «Entre survivance des ONG et mise en mouvement : pratiques et débats des féminismes nicaraguayens à l’heure de la globalisation du genre », Cultures & Conflits, n°83.

[5] Estos encuentros que nacieron en 1981 en Bogotá (Colombia) tienen por objetivos producir debates teóricos y estratégicos de la militancia feminista y facilitar el dialogo entre las actrices de la región. El próximo encuentro tendrá lugar en Lima (Perú) durante el segundo semestre 2014. 

[6] Entre las redes más importantes, podemos citar : La Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Doméstica y Sexual ; La Red latinoamericana y caribeña de jóvenes por los derechos sexuales y reproductivos  (REDLAC) ; La Articulación Feminista Mercosur ; La Red por la salud de las mujeres latinoamericanas  y del caribe (RSMLAC) ;  La Red de la mujer rural de Latinoamérica y el caribe ; El Comité de América latina y el caribe para la defensa de los derechos de la mujer (CLADEM) ; La Red de educación popular entre mujeres de américa latina y el caribe (REPEM) ; La Red de enlace continental de mujeres indígenas región sur ; La Red latinoamericana de mujeres transformando la economía (REMTE).

Esta lista, no exhaustiva, sólo tiene por objetivo poner en relieve el dinamismo transnacional del ámbito asociativo feminista y la diversidad de las prioridades.

[7]  Area de Libre Comercio de las Américas.

[8] Este concepto está vinculado al de patriarcado que se puede definir como un sistema desigualitario y diferencialista entre los sexos que ha favorecido históricamente a los hombres.

[9] Comisión económica para América Latina y el Caribe.

[10] Pensamiento que articula el feminismo con la ecología comparando la dominación de los hombres sobre las mujeres con la dominación humana sobre la naturaleza. 

 

Para citar este artículo

Ana Tallada, "Entrevista con Ana Tallada, una feminista peruana en un mundo globalizado", RITA [en ligne], N°7 : junio 2014, puesto en linea el 26 de junio 2014. Disponible en linea: http://www.revue-rita.com/recontres7/ana-tallada-una-feminista-peruana-en-un-mundo-globalizado.html